Charles Baudeliere



Charles Pierre Baudelaire (9 de abril de 1821 - † 31 de agosto de 1867) fue un poeta, crítico de arte y traductor francés. Fue llamado poeta maldito, debido a su vida de bohemia y excesos, y a la visión del mal que impregna su obra. Barbey d'Aurevilly, periodista francés, dijo de él que fue el Dante de una época decadente. Fue el poeta de mayor impacto en el simbolismo francés. Las influencias más importantes sobre él fueron Théophile Gautier, Joseph de Maistre (de quien dijo que le había enseñado a pensar) y, en particular, Edgar Allan Poe, a quien tradujo extensamente.

Nació en París el 9 de abril de 1821. Su padre, Joseph François Baudelaire, ex-seminarista, antiguo preceptor, fue también profesor de dibujo, pintor y funcionario jefe del Despacho de la Cámara de los Pares. Joseph le enseñó las primeras letras. Cuando nació Charles, su padre tenía la edad de sesenta años, y un hijo, Claude Alphonse, fruto de su primer matrimonio. Su madre fue Caroline Archimbaut-Dufays, quien no llegaba a los treinta años al nacer Baudelaire. Era hija de emigrantes franceses a Londres durante la revolución de 1793. Enseñó inglés a su hijo.

Fue criado por la sirvienta de la familia. Se conoce muy poco sobre ella, Mariette, pero se intuye que debió de tener gran peso en la familia. Baudelaire la recuerda en un poema aparecido en Las flores del mal.

Joseph François Baudelaire falleció en 1827, cuando Charles tenía seis años. Dejó una pequeña herencia. Su madre cambió de residencia y, a los veinte meses, Caroline se casó por conveniencia con Jacques Aupick, un vecino suyo de cuarenta años que llegará a ser general comandante de la plaza fuerte de París. Es probable que fuesen amantes antes de contraer matrimonio. Baudelaire con ello recibió un gran impacto emocional, viviéndolo como un abandono. Nunca llegó a tener buenas relaciones con Aupick, a quien siempre odió.

Tras las jornadas revolucionarias de 1830, Aupick es ascendido a teniente coronel por su participación en la campaña de Argelia. Dos años más tarde es nombrado jefe del Estado Mayor y se traslada con su familia a Lyon; allí permanecerán cuatro años, estudiando Baudelaire en el Collège Royal de Lyon, de cuyo ambiente no guardará buenos recuerdos. El futuro poeta se aburre y escapa de su encierro.

Su madre, impregnándose de la personalidad de Aupick, se va volviendo cada vez más rígida y puritana. En 1836 su marido asciende a general del Estado Mayor. Vuelven a París, donde Baudelaire es internado en el Collège Louis-le-Grand; allí permanecerá durante dos años y medio. En esa época lee a Sainte-Beuve, a Chenier y Musset, a quien más tarde criticará. Consigue el título de Bachiller superior pero, por una falta aún desconocida, es expulsado.

En 1840 Baudelaire se matricula en la Facultad de Derecho. Comienza a frecuentar a la juventud literaria del Barrio Latino y conoce a nuevas amistades, como Gustave Levavasseur y Ernest Prarond. También entabla amistad con Gérard de Nerval, con Sainte-Beuve, Théodore de Banville y Balzac. Intima igualmente con Louis Ménard, que se dedica a la taxidermia y vivisección de animales.

Comienza a llevar una vida despreocupada; los altercados con la familia son constantes debido a su adicción a las drogas y al ambiente bohemio. Frecuenta prostíbulos y mantiene relaciones con Sarah, una prostituta judía del Barrio Latino. Charles la denomina La Louchette (la bizca). Además de torcer la vista, era calva. Probablemente fue ella quien le contagió la sífilis. Dentro de su obra capital, Las flores del mal, Baudelaire se refiere a Sarah en un poema, probablemente escrito en el momento en que dejó de verla asiduamente, reanudando sus relaciones con su otra amante, Jeanne Duval.

Une nuit que j'étais près d'une affreuse Juive, Comme au long d'un cadavre un cadavre étendu, Je me pris à songer près de ce corps vendu a la triste beauté dont mon désir se prive. ‘Una noche en que estaba con una horrible Judía, como un cadáver tendido junto a otro, pensaba, al lado de aquel cuerpo vendido, en esta triste belleza de la cual mi deseo se priva.’

Charles Baudelaire

La conducta de Baudelaire, que rechaza entrar en la carrera diplomática, horroriza a su familia. Su padrastro, descontento con la vida libertina que lleva, trata de distanciarle de los ambientes bohemios de París. En marzo de 1841 un consejo de familia lo envía a Burdeos para que embarque con destino a los Mares del Sur, a bordo de un paquebote. La travesía, que duró dieciocho meses, le llevó hasta Calcuta, en compañía de comerciantes y oficiales del Ejército.

De regreso en Francia, se instaló de nuevo en la capital, volviendo a sus antiguas costumbres desordenadas.

Empezó a frecuentar los círculos literarios y artísticos y escandalizó a todo París por sus relaciones con la joven Jeanne Duval, la hermosa mulata que le inspiraría algunas de sus más brillantes y controvertidas poesías. Destacó pronto como crítico de arte: El Salón de 1845, su primera obra, llamó ya la atención de sus contemporáneos, mientras que su nuevo Salón, publicado un año después, llevó a la fama a Delacroix (pintor, entonces todavía muy discutido) e impuso la concepción moderna de la estética de su autor.

Buena muestra de su trabajo como crítico son sus Curiosidades estéticas, recopilación póstuma de sus apreciaciones acerca de los salones, al igual que El arte romántico (1868), obra que reunió todos sus trabajos de crítica literaria. Fue asimismo pionero en el campo de la crítica musical, donde destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció la obra de Richard Wagner, que consideraba como la síntesis de un arte nuevo.

En literatura, los autores Hoffmann y Edgar Allan Poe, del que realizó numerosas traducciones (todavía canónicas en francés), alcanzaban, también según el criterio de Baudelaire, esta síntesis vanguardista; la misma que persiguió él asimismo en La Fanfarlo (1847), su única novela, y en sus distintos esbozos de obras teatrales.

Comprometido por su participación en la revolución de 1848, la publicación de Las flores del mal, en 1857, acabó de desatar la violenta polémica gestada en torno a su persona. Los poemas (las flores) fueron considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres» y su autor fue procesado. Ante tales acusaciones Baudelaire respondió:

Todos los imbéciles de la burguesía que pronuncian las palabras inmoralidad, moralidad en el arte y demás tonterías me recuerdan a Louise Villedieu, una puta de a cinco francos, que una vez me acompañó al Louvre donde ella nunca había estado y empezó a sonrojarse y a taparse la cara. Tirándome a cada momento de la manga, me preguntaba ante las estatuas y cuadros inmortales cómo podían exhibirse públicamente semejantes indecencias.

Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen ni la multa de trescientos francos que le fue impuesta impidieron la reedición de la obra, en 1861. En esta nueva versión aparecieron, además, unos treinta y cinco textos inéditos. El mismo año de la publicación de Las flores del mal, e insistiendo en la misma materia, emprendió la creación de los Pequeños poemas en prosa, editados en versión íntegra en 1869 (en 1864, el diario Le Figaro había publicado algunos textos bajo el título de El spleen de París). En esta época también vieron la luz Los paraísos artificiales (1858-1860), en los cuales se percibe una notable influencia del inglés De Quincey; el estudio Richard Wagner et Tannhäuser à Paris, aparecido en la Revue européenne en 1861; y El pintor de la vida moderna, un artículo sobre Constantin Guys, publicado por Le Figaro en 1863.

En 1864 viaja a Bélgica y residirá dos años en Bruselas. Allí intenta ganarse la vida dictando conferencias sobre arte, pero son un fracaso. En la primavera se encuentra con su editor. Sólo consigue dar tres conferencias sobre Delacroix, Gautier y Los paraísos artificiales, con escasa asistencia de público. Intenta una edición de su obra completa, pero fracasa; se venga de la falta de aceptación escribiendo un panfleto titulado ¡Pobre Bélgica! La sífilis que padecía le causó un primer conato de parálisis en (1865), y los síntomas de afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque en la iglesia de Saint Loup de Namur. Trasladado urgentemente por su madre a una clínica de París, permaneció sin habla, pero lúcido, hasta su fallecimiento, en agosto del año siguiente. Fue enterrado en el Cementerio de Montparnasse, junto a la tumba de su padrastro. Su epistolario se publicó en 1872; los Journaux intimes (que incluyen Cohetes y Mi corazón al desnudo), en 1909; y la primera edición de sus obras completas, en 1939. Charles Baudelaire es considerado el padre, o gran profeta, de la poesía moderna.

Fue una figura bastante popular en los círculos artísticos de París. Manet incluyó su efigie en su famoso cuadro Música en las Tullerías, y en 1865 grabó dos retratos de él, uno de ellos basado en una fotografía de Nadar.

Las flores del mal es una obra de concepción clásica en su estilo, y oscuramente romántica por su contenido, en la que los poemas se disponen de forma orgánica (aunque esto no es tan evidente en las ediciones realizadas tras la censura y el añadido de nuevos poemas). En ella, Baudelaire expone la teoría de las correspondencias y, sobre todo, la concepción del poeta moderno como un ser maldito, rechazado por la sociedad burguesa, a cuyos valores se opone. El poeta se entrega al vicio (singularmente la prostitución y la droga), pero sólo consigue el Tedio (spleen, como se decía en la época), al mismo tiempo que anhela la belleza y nuevos espacios ("El viaje"). Es la "conciencia del mal".

Baudelaire fue para algunos la crítica y síntesis del Romanticismo, para otros el precursor del Simbolismo, y tal vez haya sido ambas cosas al mismo tiempo. También es considerado el padre espiritual del decadentismo que aspira a épater la bourgeoisie (escandalizar a la burguesía). Los críticos coinciden al señalar que formalmente abrió el camino de la poesía moderna. Su oscilación entre lo sublime y lo diabólico, lo elevado y lo grosero, el ideal y el aburrimiento angustioso (el Spleen) se corresponde con un espíritu nuevo, y precursor, en la percepción de la vida urbana. Además, estableció para la poesía una estructura basada en las antedichas Correspondencias o trasvases perceptivos entre los distintos sentidos, idea ésta que desarrolla en el poema de ese título con el que abre para asi comenzar como el primer poeta en escritura romana llamada Las flores del mal. Las correspondencias equivalen a audaces imágenes sensoriales que representan la caótica vida espiritual del hombre moderno.Recibe el título de Conde de Detif, del quimérico reino de La Araucanía y La Patagonia, el mismo que hoy ostenta el escritor Antonio Gil, primer chileno en recibir títulos de esa Casa Real.

El simbolismo de Rimbaud, Verlaine y Mallarmé, avanzando por el camino de una poesía autónoma, que se representara sólo a sí misma, es especialmente deudor de esta profunda concepción estética de Baudelaire. El trabajo de amplificación expresiva que realizó con la metáfora contribuyó en todo caso a indicar el terreno ilimitado en el que podía expandirse el sistema de representación de la poesía. Todo lo cual fue de importancia decisiva para el desarrollo de la poesía en el siglo XX, junto con la experimentación de Arthur Rimbaud , el principal de los poetas "malditos", quizá el mejor heredero de Baudelaire.

Las flores del mal

Les Fleurs du mal (Las flores del mal) poemario de Charles Baudelaire publicado en 1857.

El libro hubiera debido llamarse en principio Los limbos o Las lesbianas, pues la intención primitiva era la de escribir un libro sobre los pecados capitales; aunque Baudelaire renunció a ello siguiendo los consejos de un amigo. Este libro abarca la práctica totalidad de su obra poética entre 1840 y la fecha de publicación. La primera edición constó de 1.300 ejemplares y se llevó a cabo el 23 de junio de 1857.

La segunda edición de 1861 elimina los poemas censurados, pero añade 30 nuevos poemas. La edición definitiva será póstuma, en 1868, y recuperará los poemas prohibidos, así como los que se publicaron en el libro Ascuas ("Épaves"), que se había publicado en Bruselas en 1866. En su versión definitiva consta de 151 poemas.

Al lector” es el prólogo del libro, es un poema introductorio, da pautas de lo que sucederá en el resto de la obra. Es un poema impactante porque es una visión moral del hombre. El poema se inicia enumerando actitudes, formas de comportarse y el pecado. También se menciona la angurria que es el querer siempre más. Es una enumeración asindética porque el autor menciona elementos separados que no están conectados por un nexo. Esto lo hace porque podría seguir nombrando actitudes, lo que nos da un sentido de infinidad.

“Ocupan nuestras almas, trabajan nuestros cuerpos”. La palabra nuestros es utilizada para dar la sensación de que el autor y el lector están incluidos en esta descripción, nos deja claro que nuestras almas están llenas de pecados, de allí salen y modifican nuestros cuerpos; las actitudes pecaminosas se apoderan del hombre. Aparece una cesura que divide al verso en dos hemistiquios, utiliza el signo de coma para indicarlo. Hay un paralelismo entre el primer y segundo hemistiquio ya que se repite la misma estructura sintáctica en los dos.

El tercer y cuarto verso forman una comparación. El elemento comparado son nuestros blandos remordimientos y el elemento comparante son los pordioseros. Los remordimientos son blandos porque no tienen la fuerza necesaria para generar el cambio de actitud, no van a provocar el arrepentimiento. El autor materializa a los remordimientos y dice que son blandos relacionándolos con la contextura de los gusanos. De a poco a través del poema vemos como se va perdiendo la conciencia del bien.

En la segunda estrofa encontramos otra cesura. La característica más importante de los pecados es la terquedad y del arrepentir es la debilidad. Entre los dos hemistiquios hay una antítesis. Los verbos están elididos, en su lugar están las comas, el autor hace esto porque los verbos son evidentes y para respetar la estructura del poema.

Después del arrepentimiento viene la confesión, que se transforma en una apariencia, debido a que el arrepentimiento es falso. Nos da ganancias confesarnos, porque es más lo que se recibe (el perdón), que lo que se da. Esto muestra la falsedad del pecador, es una crítica a la actidud que tiene la persona.

Luego aparece un camino, cuando dice: “Volvemos alegres al camino fangoso”. Este camino simboliza la vida, es fangoso con lo que nos quiere mostrar que es un camino manchado, lleno de pecados. Además la textura blanda del barro nos muestra que no es un camino firme, sino un camino inestable. El autor utiliza el barro que mancha, para mencionar luego: “creyendo nuestras machas lavar con viles lloros”, los que representan a la confesión, la cual no es honesta. Nos libera permitiéndonos volver a pecar, lo que muestra la poca moral del hombre.

La tercera y cuarta estrofa tienen en común la figura del Diablo. Dice: “En la almohada del mal Satán Trimegisto”. Trimegisto era un dios egipcio y significa tres veces más grande, lo que nos muestra que este Satán era tres veces más grande que la trinidad: el Dios padre, hijo y espíritu santo. Eleva a Satán a un nivel superior al de Dios. En este verso señala que el que domina al hombre no es Dios sino el diablo y que este somete al hombre de una manera suave, hasta maternal, por eso aparece la almohada.

Baudelaire desordena el primer verso para enfatizar la almohada del mal, en la que estamos dormidos para el bien pero despiertos para el mal.

Satán es además un alquimista, persona que cambia el metal en oro. Pero el hace lo contrario: evapora el oro de nuestra voluntad. La voluntad tiene una condición fuerte, nos permite elegir entre el bien y el mal, pero frente a Satán se vuelve débil. Él es “sabio”, es un hechicero, encanta nuestro espíritu.

En la cuarta estrofa el hombre aparece como una marioneta cuyos hilos son movidos por los vicios, “¡Es el diablo quien tiene los hilos que nos mueven!”. Los signos de exclamación dan énfasis y remarcan este verso, es como si estuviera dicho en un grito. Aparece una antítesis ya que los elementos que se oponen son incompatibles: “atractivo encontramos en cosas repugnantes”, esto es producto de la influencia que ejerce en los hombres el diablo, nos cambia la forma de ver las cosas, los gustos, los valores. Se materializa la idea de que va llegando al infierno: “cada día al infierno descendemos un paso”, es como si el hombre descendiera por un camino en bajada. Pero esto lo hace sin conciencia, sin horror, sin asombro.

Crea un clima de opresión y oscuridad, “a través de las tinieblas que apestan”, se aprecia la influencia de Dante en Baudelaire. El hombre se asombra de llegar al infierno, lo cual no lo limita ni lo aleja del pecado.

En la quinta estrofa hay un símil, una comparación extensa. Seno está puesto como un símbolo bigeminado (dos aspectos, dos caras, uno positivo y otro negativo). Sus dos aspectos serían el lujurioso, lo sensual, erótico y el maternal que encierra el alimento, la ternura.

El depravado devora el seno lo que nos muestra su angurria la cual podría provenir del deseo de buscar algo más maternal en la vieja ramera, busca volver a la esencia, a lo primero que existía antes del pecado: la pureza.

“Robamos al pasar” (acción ilegal). El hombre lo hace como una rutina, ya dominado por el mal busca el placer inmoral, ilegal y lo exprime “como naranja vieja” sin tener resultados, llegó a un nivel tan bajo de degradación que no tiene manera de conseguir placer. El Romanticismo que tomaba en cuenta y que tenía cierta compasión con los inadaptados eleva al depravado a personaje. Menciona que es un pobre desgraciado, porque busca un placer que no va a encontrar.

En la sexta estrofa mediante una metáfora el pecado aparece apoderándose de la razón. Gusanos apretados porque son muchos y hormigueantes nos da la idea de movimiento. Todo nos da idea de cantidad de grupo compacto. Son pecados intelectuales porque están en el cerebro.

Muerte aparece en mayúscula, el autor la destaca. Se sigue descendiendo al infierno en vez de respirar vida, se respira muerte. Baudelaire cambia a “río” símbolo de vida y lo utiliza para representar a la muerte. Lo hace para impactar más. Hay un desorden gramatical, un hipérbaton. La Muerte se queja al entrar a este cuerpo tan pecaminoso.

La séptima es una estrofa oscura, se produce una enumeración de pecados o elementos que ayudan a ejecutar un crimen, pero sin ningún nexo: “si el estupro, el veneno, el puñal, el incendio”. La mención del “si” está formando una condición, que es si el hombre no realiza esas malas es por la cobardía. “Ay” es una interjección del autor, se esta dando cuenta de algo, pude ser de tristeza o de sorpresa.

En la octava aparecen las bestias que simbolizan pecados: “los chacales, las panteras, las perras, los buitres, las serpientes, los monos y escorpiones”. Menciona estos siete animales haciendo referencia a los siete pecados capitales. Baudelaire rompe con la tradición de los siete pecados capitales y agrega uno que es aun peor, dice: “hay uno que es más feo, más malo, más inmundo!”. Este pecado es el tedio.

El tema común entre las últimas tres estrofas es el tedio y Baudelaire lo revela recién en la última estrofa. Es el pecado al que llega al hombre después de haber caído en todos los demás. “El infame circo de nuestros propios vicios”, es el alma. El pecado no se manifiesta no es posible escucharlo porque tiene una actitud pasiva. El pecado se opone a Dios porque se opone a la creación, es el pecado máximo, de la destrucción porque lleva al hombre a no hacer nada, se opone a la acción y a la creación. Este tedio es la total evaporación del yo, tendencia a la nada, lo demoníaco por excelencia.

La décima estrofa se caracteriza gráficamente por varios elementos. Hay signos de exclamación y guiones (que establecen un diálogo con el lector). Venía describiéndolo, ahora se dirige directamente al lector, acusándolo de hipócrita por no reconocerse en esta descripción.

Tedio aparece destacado con mayúscula. Lo personifica, lo ve como una persona. Realiza acciones que tienen carácter humano.

“Llanto involuntario” es el del bostezo, vacío de significado. El patíbulo es el lugar donde se ejecuta el condenado a muerte. Sueña con estos patíbulos ya que se siente condenado a morir. O podría ser que sueña con otros condenados a muerte.

“Monstruo delicado” es una oposición, un oxímoron. Es delicado por ser silencioso, no lo percibimos claramente.

“Hipócrita lector” a primera vista pareciese como el poeta insulta a la persona que lo lee, está diciendo que el lector finge una cosa que no es verdad.

“Mi prójimo, mi hermano” el reconoce que tiene defectos, que es pecador como toda persona y considera al lector un hermano por tener en común el pecado.

Parte I 

Primeramente encontramos un título simbólico "El Cisne". Es una figura simbólica del destino del hombre: El exiliado, el desterrado, el ángel caído, que añora su origen, buscando a Dios.

“Andrómaca, en ti pienso" el poeta recuerda a Andrómaca, se acuerda de ella, se denota un diálogo coloquial. El nombre "Andrómaca”, recuerda también a la Mujer de Héctor héroe troyano matado por Aquiles en la Guerra de Troya Baudelaire sabe que Andrómaca iba con frecuencia al río cuando se sentía triste. "Espejo triste" porque el agua esta quieta, no existe el viento ni el movimiento y "pobre" porque corre poca agua "donde antes reflejara", está diciendo que Andrómaca concurría a mirarse frecuentemente al río, "la majestad inmensa de tu dolor de viuda" estaba triste y esto la hacía poner más triste aún", "mentiroso Simois". El río Simois es un río de Francia y un dios Griego, y "mentiroso" por que es un río artificial, creado por el hombre, "que por tus llantos crece" finalmente Andrómaca cede al llanto, aquí hay una exageración literaria un Hipérbaton porque ella concurría a desahogase sus penas al río, y lo hace tan frecuentemente que pareciese que el río aumente su caudal en función del llanto de Andrómaca.

En el segundo verso Baudelaire recuerda como era París, "memoria tan fértil" considera que tiene una memoria muy fuerte que retiene vivencias muy fácilmente y de difícil olvido "cuando iba caminando por el Carrousel nuevo" "El viejo París no es más" lo ve distinto a como era París en otro momento. El paisaje ciudadano se renueva, se transforma, se urbaniza al ser nuevo no recuerda a nada; se recuerda precisamente lo que ya no está. Es evidente que el poeta se siente extraño, exiliado, en una ciudad que permanentemente se desdibuja y transforma, que se da en un presente que ha borrado lo pasado y que se destruye a sí misma. Los antiguos edificios, la gente, los parques y demás cosas solo el lo recuerda y estos cambian más veloz que sus sentimientos. Es esta la manera moderna del exilio romántico.

Recuerda el “campo de barracas” y “montón de capiteles”, los capiteles son las partes superiores de las columnas “esbozadas”, es decir con decoración, “de fustes”, lo contrario a los capiteles “había hierbas y gruesas rocas verdosas por las aguas” al haber humedad crece moho que le da a las roca un tono color verde, “las vidrieras brillantes” porque los vidrios de las vidrieras del almacén reflejan los rayos de la luz del Sol y la gente recibe su reflejo y llegan a distinguir ni el almacén y lo que contiene la vidriera, de ahí lo de “confuso almacén”.

En el siguiente verso dice: “Antes allí existía una casa de fieras”; allí vi una mañana, cuando bajo los cielos” aquí vemos una anáfora, una repetición de la palabra “Allí”, le está dando importancia al lugar, le esta interesando describirlo. “Los cielos claros y fríos”, está describiendo el cielo en horas de la mañana, “claros” porque son las primeras horas de la mañana y “fríos” porque tiene el color celeste blancuzco que da una sensación de frialdad. O puede ser también porque la mañana es fría. “El trabajo despierta”, es decir la gente comienza a realizar su labor diaria “y empuja el muladar silencioso huracán”. El muladar es la basura, el prostíbulo, las actitudes sexuales inmorales “Y empuja el muladar silencioso huracán” es decir la molestia, el ruido, cosas que al poeta realmente le molestan. “silencioso huracán”, es una cosa, una circunstancia que aparece de golpe, el poeta no la esperaba.

“Un cisne que se había salido de su jaula”, que se había evadido que había logrado escapar de su prisión “y, con sus pies palmados frotando el empedrado” primeramente el autor personifica al cisne, literalmente los cisnes no tienen pies sino patas palmadas, es decir con membrana entre los dedos ideales estos para el nado. El cisne está fuera de su ambiente natural (lagunas, lagos, arroyos y costa de estos) y está sufriendo por ello está “frotando el empedrado” es decir, se está lastimando, “sobre el áspero suelo su plumaje arrastraba” Ya ni siquiera puede caminar correctamente, su plumaje le resulta pesado. “Y próximo al arroyo, ya seco”, un arroyo imaginario, ya ni siquiera hay agua en el” “abría el pico” esta pidiendo desesperadamente que caiga agua, “agitado, bañaba sus alas en el polvo”, como no tiene agua se zambulle en lo único que tiene que es el polvo, “lleno el pecho de su lago natal” es decir, acordándose de su lago, de donde es originario. “¿Cuándo lloverás, agua? ¿Cuándo tronarás, rayo?” Le está pidiendo al cielo, le está rogando que deje caer agua, le está pidiendo al rayo que truene, aunque sea como señal de que va a llover, que lo refresque. El poeta ve al cisne como un “desgraciado” porque esta sufriendo permanentemente “mito extraño y fatal” “mito extraño” porque es ajeno a la naturaleza o condición de la cual forma parte y “fatal” porque puede conducirlo a la muerte. “Alguna vez al cielo como el hombre de Ovidio” Ovidio era el nombre de un poeta. “al irónico cielo y cruelmente azul” “irónico”

porque de a entender lo contrario de lo que se dice, el color azul se asocia con el agua y lo único que el cisne siente es sequedad, “cruelmente azul” es cruel, es malo porque no le está dando, le está negando lo que el cisne quiere que es el agua, “sobre el cuello convulso” El cuello convulso es atacado de dolor en los músculos, lleno de dolor que reprocha (regaña), al no soportar más la situación (la falta de agua, el dolor en sus músculos), la única salida que tiene es criticar al cielo y al hacerlo el poeta asocia como si dirigiera, como que culpara de sus sufrimientos, de sus reproches a Dios.

Parte II

“¡París cambia, más nada en mi melancolía se ha movido!” Nota el cambio de París pero el sigue firmemente recordando como era antes, y esta idea la quiere resaltar por eso lo pone con un signo de exclamación o admiración. Como era antes París se torna un símbolo, un lenguaje figurado, un decir, porque lo puede después describir en forma de poesía. O quizás pudiera ser que no le interesen los cambios que tiene ahora París “y mis caros recuerdos pesan más que rocas”, la palabra “caro” da la idea de importantes. Son recuerdos importantes porque el los vivió y no van a desaparecer, tienen valor, los va a segur reteniendo, pase lo que pase con París.

Y también ante el Louvre una imagen me oprime” Estando parado frente al museo recuerda otra cosa, piensa en su gran cisne “con sus gestos de loco”, los gestos que hacía por falta de agua y pidiéndole al cielo que le de ese elemento. Ese pensamiento lo pone triste, “como los exiliados, ridículo y sublime”, los exiliados son los que se van, los que se van, los que emigran de un pueblo. Tenemos una antítesis dos características opuestas en un mismo ser en “ridículo y sublime”, ridículo porque está fuera de su ambiente natural, caminaba mal, estaba arrastrando su plumaje y sublime porque es la máxima expresión de clamor, y está “roído por un deseo sin tregua. El roer es raspar con dientes la superficie de una cosa arrancando parte de ella. En este caso la palabra roído está en el sentido de “gastar poco a poco los deseos sin tregua”, es decir que poco a poco los deseos se le van perdiendo, se resigna a ellos, o sea sin parar, sin descanso. Luego piensa en Andrómaca.

“Andrómaca, caída en brazos de tu esposo” da la idea de que ella se rinde ante su esposo deja que el la lleve, se deja caer ante el “como una vil esclava” (Símil), esclava porque se deja subsumir ante el y “vil” porque es mala, porque es perversa, “en manos de Pirro” Pirro es su esposo, no lo nombraba, al final del segundo verso nombra la persona que es el amo de Andrómaca. “Extasiada”, está en un estado de éxtasis, esta ya perdiendo la noción del mundo consciente, del espacio exterior “inclinada en la tumba vacía” subsumida ante la “tumba vacía” a una cosa que no vale nada, que no tiene ningún valor. Recuerda que en la Eneida Andrómaca era la “viuda de Héctor”, Héctor su esposo había fallecido y ella queda sin esposo, “¡ay!” (el poeta recuerda que también era la mujer de Heleno), este “¡ay!” lo pone con un signo de exclamación al igual que “y la mujer de Heleno!” para afirmar la idea.

“Y yo pienso en la negra, tísica, adelgazada”. Aquí se deduce que el poeta se refiere a Andrómaca (si estuviera hablando del cisne diría “negro”, tísico, pues la palabra “cisne” es de género masculino) El poeta piensa en Andrómaca y describe sus defectos, negra porque está sucia, tísica porque tiene tuberculosis, está enferma “adelgazada” esta flaca,“pisoteando el barro” es decir que se embarra se ensucia cada vez más, “buscando su mirada” la manera de poder ver, de poder salir de esa situación, de poder encontrar la forma de escapar “cocoteros ausentes del África soberbia”, la palabra cocotero da la idea del fruto de la palmera, los cocos proporcionan alimento y jugo a quien los consume pero están “ausentes”, su deleite para saciar su sed, su satisfacción no está, “del África soberbia”, la soberbia es un sentimiento de orgullo y superioridad desmedidas, el lugar es perverso tan “soberbio” con Andrómaca que –al igual que el cisne- no le da lo que Andrómaca esta necesitando, la felicidad “detrás de la muralla inmensa de la niebla”, lo que Andrómaca necesita no lo puede tener, ni siquiera lo puede ver. La palabra “muralla” expresa la dureza de la niebla y da la idea de niebla muy fuerte e “inmensa” porque traspasa los limites de su vista. Lo único que Andrómaca ve es niebla, esta perdida.

En la siguiente estrofa el poeta piensa también en otras personas que están en una situación parecida “ en quienes han perdido lo que no se reencuentra ¡jamás! ¡jamás!” puede ser la muerte de algún familiar, la felicidad, la juventud, “en quienes se sacian con sus llantos.” Las personas que desahogan sus penas con el llanto y se acostumbran al Dolor “maman del Dolor como una buena loba”, Dolor con mayúscula, como un hecho importante, referencia a la leyenda de la loba romana que amamantó a Rómulo y Remo es decir viven del dolor,les gusta, sienten el placer de sufrir, “en los huérfanos flacos, marchitos como flores” En los niños y adultos delgados y tristes.

“Así, en la selva donde mi espíritu se exilia”, la palabra “selva” hace referencia a la mente donde el poeta razona piensa, reflexiona, recuerda el viejo París y se asila del exterior “viejo Recuerdo sopla el cuerno a todo aliento”, Antiguamente los cuernos, los caracoles eran usados como corneta para llamar a la gente, en definitiva hay un hecho del pasado que sobresale a todos los demás, que le viene a la mente más rápido que otros. “pienso en los marineros dejados en la isla”, (en gente que está perdida, -como Andrómaca y el cisne-), “en presos, en vencidos!... ¡En mucho más aún! (en personas que cometieron delitos, en personas derrotadas y tras personas que sufren también.





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Posted by raciel | en 9:28

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