Isaac Asimov




Padre de la Robótica

Isaac Asimov

Isaac Asimov nació en la ciudad de Petrovichi (Rusia). Oficialmente su fecha de nacimiento data del 2 de enero de 1920. Extraoficialmente es confuso poder dar una cifra exacta, dado que no existe ningún archivo que pueda certificar con precisión su verdadera fecha de nacimiento al producirse en un momento histórico peculiar: una época de convulsiones en la antigua República Federada Socialista Rusa, que aún utilizaba el Calendario Juliano, y que como recordarán, estaba atrasado con respecto al Gregoriano que es el que usamos actualmente. Por estos motivos, la fecha de nacimiento de este genial escritor quizá y solo quizá pueda datar del 4 de octubre de 1919, pero esto no son más que cavilaciones de investigadores. Nosotros, tomaremos como referencia la fecha “oficial”.
18 Abr 2005
Asimov fue el mayor de tres hermanos; tenía una hermana, Marcia (1922), y un hermano, Stanley (1929-1995), todos ellos hijos de Judah Asimov (1896-1969) y Anna Rachel Berman Asimov (1895-1973).

Con tan solo 3 años su familia decide dejar la vieja Rusia y emigrar a Estados Unidos, concretamente al distrito de Brooklyn de la ciudad de Nueva York. Desde pequeño comenzó a despuntar en el ámbito literario, y aunque con 11 años puede decirse que comenzaron sus intentos por escribir profesionalmente, no es hasta los 18 cuando vende su primer relato (“Abandonado fuera de Vesta” Marooned off Vesta). Sus trabajos en las revistas de ciencia-ficción le llevaron a profesionalizarse como escritor literario y científico como comprobaremos más adelante.

Pero ¿cómo conoció Asimov el mundo de la ciencia ficción? Gracias a su padre. Este tenía una pequeña tienda de dulces, una confitería (negocio que les permitió pasar la gran depresión americana sin problemas y al que se dedicaron durante cuarenta años), en Nueva York donde su padre vendía entre otras cosas este tipo de revistas. Asimov las leía a escondidas. Revistas, que años más tarde, llevarían su nombre en la portada. Imposibilitado de poder disponer de dinero propio al trabajar para el negocio familiar y no pudiendo adquirir aquello que más le atraía, esto es, los libros, se refugió en las revistas de ciencia ficción. Títulos como Amazing, Science Wonder, Astounding Stories o Air Wonder, pasaron por las manos de Asimov.

En la escuela pública de Nueva York, en la que entró con año y medio menos de lo habitual gracias a las artimañas de su madre, sus profesoras, para "librarse de él", lo adelantaron dos veces de curso. La Boys High School es precisamente donde se ubica su primer relato como “escritor” en honor a su hermano pequeño Stanley, titulado “Hermanos menores”, un texto en tono humorístico. Siempre fue el menor de la clase y se descubrió entre otras cosas, que Isaac era un niño prodigio, un superdotado. Su media era excelente. Tanto es así que entró en la universidad con tan solo 15 años. Aunque su familia siempre quiso que estudiara Medicina, finalmente se decantó por la bioquímica. El motivo era bastante evidente: le daban pánico las agujas y sobre todo ver la sangre. Lo de diseccionar animales tampoco era plato de buen gusto para él, así que optó por algo menos “crudo” y comenzó bioquímica.

El principio de su carrera literaria se traza con la presentación de un pequeño cuento titulado “Tirabuzón Cósmico” en 1937, texto que el editor de la revista Astounding Sciencie Fiction, John Wood Campbell, rechaza pero que supuso el comienzo de una buena amistad. “Abandonados fuera de Vesta” fue el primer texto que consiguió publicar (10 de enero de 1939), esta vez en la revista Amazing Stories, y por el que cobró 64 dólares.
Asimov siempre fue muy aplicado. Después de su primer año de universidad, consiguió un trabajo de verano cortando y doblando hojas, y al año siguiente trabajó como mecanógrafo para un profesor de Sociología. De todos modos también continuaba trabajando en la tienda familiar mientras realizaba sus estudios, así que desde pequeño estuvo muy acostumbrado a trabajar. Finalmente acabó la carrera en 1939, graduándose por la Universidad de Columbia.
Entre 1940 y 1941 publica “Anochecer”, un relato escrito conjuntamente con Robert Silverberg y cuyo argumento fue sugerido por John W. Campbel. Poco después surgirían sus famosas Leyes de la Robótica con el comienzo de sus Relatos de Robots:
1.- Un robot no puede dañar a un ser humano ni, por inacción, permitir que éste sea dañado.
2.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos excepto cuando estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.
3.- Un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Asimov explicaba que las Tres Leyes fueron creadas por John W. Campbell en una conversación que mantuvieron ambos el 23 de diciembre de 1940.

No obstante Campbell a su vez, explicaba que él las extrajo de algunos relatos de Asimov y de varias conversaciones llevadas a cabo entre ambos, y que su único papel había sido únicamente el de redactarlas, dándole todo el mérito a su colega Asimov.
En tres años escribió una treintena de relatos (una frenética labor literaria), la gran mayoría sobre robots, por supuesto, donde ya vemos aparecer los primeros personajes vitales dentro de su trayectoria, como la robopsicóloga Susan Calvin que apareció por primera vez en el cuento “Embustero” publicado en 1940.
Pero no todo es escribir en la vida. Asimov también tuvo tiempo de enamorarse. Conoció a la que posteriormente se convirtió en su esposa, Gertrude Blugerman, en una cita a ciegas precisamente en el día de los Enamorados (San Valentín 1942). Poco tiempo tardaron en decidirse. A los seis meses contrajeron matrimonio, durante el cual tuvieron dos hijos: David (1951) y Robyn Joan (1955). Sin embargo el talante de Asimov provocó su separación en 1970 y su posterior divorcio legal en 1973. Pero antes de divorciarse Asimov ya había ocupado su corazón con otra mujer: la doctora Janet Opal (Jeppson) a quien conoció casualmente el 2 de septiembre de 1956, con motivo de una firma de autógrafos. Janet e Isaac se casaron el 30 de noviembre de 1973. No tuvieron hijos.
Pero retrocedamos de nuevo. Andábamos inmersos en los años 40. Eran tiempos convulsos con la II Guerra Mundial de por medio, y Asimov como tantos otros jóvenes, tuvo que abandonar su tierra (1941) comenzando a trabajar para la Marina estadounidense en unos laboratorios de Filadelfia, donde permanecería hasta el final de la II Guerra Mundial. Afortunadamente volvió sano y salvo para doctorarse en Bioquímica, esta vez por la Universidad de Boston. Corría el año 1948. Al año siguiente se integra como profesor auxiliar de la misma universidad, labor que desarrollaría durante casi 10 años. Precisamente aquí comienza un antes y un después en la vida de Asimov. Después de dejar por completo la docencia, pudo volcarse exclusivamente en la pasión que le guió toda su vida: escribir. El 1 de julio de 1958 fue despedido, según sus palabras, “por escoger ser un excelente disertante y escritor científico, en lugar de un investigador meramente mediocre”.
Asimov tiene en su haber más de 500 libros para lectores jóvenes y adultos que, además de la ciencia-ficción y la divulgación científica, abarcan temas de misterio, humor, historia e incluso varios volúmenes sobre la Biblia y William Shakespeare.
En 1950 publica su primer libro, Pebble in the Sky (Piedra en el cielo), al que sigue, ese mismo año, I, robot (Yo, robot), donde introduce también las Leyes de la Robótica. Al año siguiente se inicia la serie de libros “La Fundación”, titulada en un principio “El plan de los 1000 años”: Fundación, Fundación e Imperio, y Segunda Fundación (1951-53) que relata la caída y el resurgir de un imperio galáctico futurista, con la que consiguió en 1966 el Premio Hugo a la mejor serie de Ciencia Ficción y un Premio Hugo especial (en 1963) por sus artículos en The Magazine of Fantasy and Science Fiction. El premio lleva el nombre de Hugo Gernsback, fundador de la revista pionera Amazing Stories y que se otorga cada año en la Convención Mundial de Ciencia Ficción.
En 1971 reunió el Club Dutch Treat, quienes se reunían para almorzar cada martes en el Hotel Regency. También fue Vicepresidente honorario de la organización Mensa hasta su muerte, aunque hubo un corto espacio de tiempo en el que dejó de ser miembro debido a que algunos de ellos pusieron en duda su nivel de inteligencia.
En 1972 recibió el Premio James T. Grady a la mejor labor divulgación científica por Introducción a la Ciencia.
En 1977 le fueron otorgados dos premios: Premio Hugo por “Anochecer” y Premio Nébula por “El Hombre del Bicentenario” a la mejor novela corta. En 1983 volvió a repetir con sendos premios gracias a “Los límites de la Fundación”, a la mejor novela.
En 1986 conseguiría la distinción de Gran Maestro Nébula, el más prestigioso de cuantos galardones se conceden a los escritores de ciencia-ficción.
En total las obras de Asimov recopilaron un total de 41 premios Hugo y 24 Nébulas y también obtuvo los reconocimientos World Fantasy, Theodore Sturgeon y Homer, entre otros.
Como vemos Asimov se tomaba el oficio de escribir muy en serio. Trabajaba 8 horas al día 7 días a la semana de una manera implacable. No descansaba ningún festivo o fines de semana, y su horario era inmutable. Su media es asombrosa: 90 palabras por minuto, 35 páginas por día y cerca de 10 libros por año. Además tenía una serie de manías: no le gustaba revisar más de una vez sus escritos porque creía que era una pérdida de tiempo, tenía miedo a las alturas y un pánico tremendo a volar; sin embargo, Asimov era claustrofílico, esto es, le apasionaban los lugares pequeños y cerrados. Así que lo habitual para él era trabajar en despachos pequeños, sin ventanas y siempre con iluminación artificial.
Asimov no tenía ninguna creencia religiosa. Nunca creyó en Dios o en la vida después de la muerte. Se consideró un Humanista y un Racionalista, donde ni lo bueno ni lo malo es producido por seres sobrenaturales, y por tanto, la solución a los problemas se encuentra en los propios seres humanos. De hecho, en 1985 se convirtió en Presidente de la Asociación Humanista Americana, puesto que ocupó hasta su muerte.
Isaac Asimov murió el 6 de abril de 1992 a causa de SIDA. La enfermedad la contrajo después de que le efectuaran una transfusión de sangre tras someterse a una cirugía cardíaca (un triple bypass). Gracias a la transfusión pudo superar la angina de pecho que sufría pero se contagió del virus mortal. Era el año 1983. Esta noticia tardó mucho tiempo en salir a la luz puesto que todos lo mantuvieron en secreto. El temor al prejuicio y rechazo de la sociedad ante esta enfermedad, provocó su silencio, según afirmó la viuda de Asimov.
Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas esparcidas, según reza en Find a Grave.
Además de publicar libros, nuestro fantástico escritor también encaminó sus pasos en la creación de una revista scifi que nos recordaba sus comienzos: en 1977 nace la publicación “Isaac Asimov's Science Fiction Magazine”, revista que en 1992 cambiaría de nombre como tributo a Asimov tras su muerte, pasando a llamarse “Asimov 's Science Fiction”, nombre con el que continúa actualmente y de la que se venden ejemplares también en español a través de Asimov Ciencia Ficción.
Pese a ser un autor de mucho éxito, también tuvo fracasos y quizá el mayor de ellos fue la revista Asimov's SF Adventure Magazine. Esta publicación nació en el año 1978 y únicamente sacó a la luz un número de la revista antes de ser retirada.

Por último, la originalidad y atractivo de sus narraciones con un estilo directo, sencillo y con toque de humor, han servido para alimentar el séptimo arte, siendo numerosas las novelas de Asimov que han sido llevadas al cine. Pudimos ver en la gran pantalla "El hombre bicentenario" basada en la novela del mismo título y protagonizada por el actor Robin Willians, o la más actual “Yo, Robot”, protagonizada por el actor Will Smith, aunque esta última no está basada en el libro, sino solo relacionada con su temática, ya que la base de la película la encontramos en una adaptación publicada en 1994 en la que Asimov colaboró estrechamente con Harlan Ellison, escritor de relatos de ciencia ficción y novelas, participante del guión de la serie original de Star Trek o consultor scifi de la serie de tv Babylon 5.
Su eco en la pequeña o gran pantalla no acaba aquí. Podríamos citar su presencia en en “El robot embustero” en 1966 como autor de la historia, en Star Trek: The motion picture en 1979 como consultor científico), o “The android affair”, una historia cifi para televisión que se emitió en 1995. Como hemos comentado su última “aportación” póstuma a la gran pantalla fue la película “Yo, robot”, y dada la sencillez y el estilo divulgativo característicos de Asimov es muy probable que no tardemos en poder acudir a nuestros cines para ver alguna que otra adaptación de entre una de las más de 500 obras de este genial escrito

obras  de  isaac asimov
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Posted by raciel | en 19:38

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